Aun hoy, en pleno siglo XXI,
existen esclavas sexuales, reclutadas
por una mafia impune. Las historias de aquellas niñas mujeres que logran salir
del infierno llegan a nosotros dejándonos impotentes e incrédulos. Aunque eso de salir del infierno es solo una forma de decir,
creo que el horror que vivieron lo llevan dentro, impregnado en sus células, aferrado a cada centímetro de su cuerpo.
Preguntar cómo es posible
que hoy en día existan estas aberraciones es casi ingenuo. Se manejan cifras
millonarias que callan bocas y abultan bolsillos. Me duele este mundo tan
increíblemente despiadado, de mujeres abusadas, sometidas física y
mentalmente, convertidas en despojos, sin voluntad propia. Sin opción alguna.
Unas pocas se salvan, arriesgando su vida literalmente para escapar, buscando
una salida a esa vida que hace tiempo dejo de pertenecerles.
Leí el caso de una nena (hoy
ya mujer) que a los once años comenzó su calvario. Pensé en tantas otras
criaturas que no pueden contarlo, que quedaron y aun quedan atrapadas en las
redes de una araña corrupta, despiadada e impune.
Para leer la nota completa: http://www.entremujeres.com/genero/quise-prostituirme_0_786521343.html
Querida Gabriela, es el segundo negocio más redituable de la delincuencia organizada, después de las drogas. En nuestro país desaparecen 45 mil niñ@s al año. En la cabecera de mi blog tengo a una niñita que conoce una amiga, de un centro de apoyo de indígenas en el sur del país, que desapareció hace dos meses, y ni rastro de ella.
ResponderEliminarVe el video de esta entrada:
http://saboranisestrella.blogspot.mx/2011/10/yo-no-estoy-en-venta.html
¡Valiente entrada! No dejes de sensibilizar sobre el tema, todos debemos hacerlo.
Un fuerte abrazo.
Asi es Sara, una realidad que no puede dejarnos indiferentes! Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarUn beso
Es triste pero muy triste, y lo peor de todo es que se seguirá dando.
ResponderEliminarBesos Gabriela.
Dura realidad la que acontece a diario, despiadados delincuentes que hacen su negocio cortando la infancia a centenares de niños siendo sometidos a toda clase de vejaciones.
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Y lo más triste es que hay países en los que quienes promueven esa esclavitud, son los propios padres. tratan a las niñas como mercancía.
ResponderEliminarSaludos
Muy triste realmente.
ResponderEliminarSaludos Dolega.