Jóvenes beduinas violadas por sus familiares se animaron a denunciarlos.

Dos niñas que viven en Pazura decidieron no callarse más, y denunciaron a la policía sobre el abuso sexual cometido por su padre y sus hermanos. Este es sólo un caso de muchos de violencia sexual en chicas beduinas dentro de la familia que salieron últimamente a la luz. Para denunciar se necesita mucho valor : hacerlo puede significar la sentencia de muerte para la víctima.

Las niñas de 10 y 14 años, residentes de Pazura ( beduinos) , sufrieron durante años abuso sexual , físico y sicológico por parte del padre y hermanos mayores. El último fin de semana decidieron las dos, despues de un nuevo abuso, llamar a la policía.

En el centro del drama, estaban las dos niñas, que adujeron haber sido esclavas sexuales durante años , además de recibir golpes de los hombres de la familia. Los hombres intentaron evitar , utilizando cuchillos de 

carnicero, que los policías sacaran a las nenas de la casa.

Al ser interrogadas por la policía, contaron ambas que sufrieron abusos por parte de su padre y dos hermanos mayores de 19 y 21 años, que incluyó violaciones, abuso sexual, ataques físicos y psicológicos. Durante años, dijo la nena de 14 a los policías, tuvieron miedo y no sabían a quien recurrir, y sólo la creación de la unidad policial en la zona les dio la esperanza de recibir ayuda.

Minutos despues de la llegada de los policías uno de los hermanos las amenazó delante de ellos que no abrieran la boca. Y luego amenazó a los policías con un cuchillo.

Finalmente los hermanos fueron detenidos para interrogarlos, y las niñas fueron sacadas de la casa y entregadas al cuidado del Servicio Social. El padre se fugó.

Existen muchos casos en donde la impotencia, el miedo, las amenzas, evitan que la víctima se anime a pedir ayuda.. Tanto como si tienen el valor de denunciar o no, el daño moral y físico deja secuelas imborrables.

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