Los padres son culpables hasta un punto. Ellos no tienen dinero, y ocupados en conseguirlo no dialogan con sus hijos lo suficiente para ver lo que sus hijos hacen o necesitan.
Las autoridades son culpables porque conociendo esta realidad no hacen lo suficiente por revertirla, al contrario, reducen el presupuesto destinado a este problema.
Los hombres que consumen este sexo de nenas que podrían ser sus hijas, incluso sus nietas son culpables.
Las redes sociales que hoy en día hacen todo más accesible, habiendo mayor exposición y por ende mayores peligros.
La sociedad toda es culpable por no decir BASTA ante un deterioro de los valores básicos, barriendo la basura debajo de la alfombra para no verla.